Dick Fosbury no ha pasado a la historia del deporte por una larga carrera deportiva, sino por ser un innovador y romper los moldes. Hasta los Juegos Olímpicos de México 68, todos los saltadores de altura ejecutaban su salto hacia delante con las piernas encogidas, pero Fusbury decidió hacerlo de espaldas. Llevaba practicando esta técnica desde los 16 años, cuando su entrenador le dijo que para mejorar se dejase llevar y saltase como creía que podía llegar más alto.

Con esta nueva técnica, consiguió la medalla de oro y batió un record olímpico, pero sobre todo marcó la tendencia de años venideros.

Su técnica es la más utilizada en la actualidad y está registrada en el manual de atletismo como “Fosbury flop”.

"La popularidad actual de mi estilo es un premio maravilloso a cuanto tuve que aguantar al principio. El salto de espaldas ya lo practicaba en el instituto y todos se reían de mí, considerándome un chiflado y algunos como un 'snob' por salirme de las normas conocidas. Hasta que gané en México'68 pasando a la categoría de héroe".

Dick Fosbury